Hay que “bueno” cuando te preguntan: -hay, majo, y ¿qué te paso? ¿de accidente?. La respuesta será de una u otra manera según varios factores: mi estado de ánimo, la confianza con la persona que te ha realizado la pregunta, el humor (o dramatismo) que me apetezca ofrecer en ese momento. Es verdad que últimamente la gente desconocida se “corta más”, pero aún así tengo un buen puñado de anécdotas.
Cuando me lo preguntan desconocidos es cuando más molesto me encuentro (es que me sigue pareciendo alucinante que la gente tenga tanta curiosidad y tan poca vergüenza…). En estas situaciones puedo responder de muy diversas maneras, la mayoría de ocasiones tiendo a decir la verdad de forma muy breve y cortante. Pero quiero dejar aquí mi pizca de “humor negro” (o no) en forma de respuestas:
Varias veces he respondido que eso no le interesaba, y aún tienen la desfachatez de indignarse.
En otras ocasiones he respondido que todavía me encontraba muy afectado y no me apetecía hablar del tema.
Y en dos o tres ocasiones contesté que en un mal momento de mi vida, me tiré del quinto y fallé, en vez de matarme me quedé en silla. (Esta última respuesta no es mía, es de un amigo también con discapacidad, que lo dicho, en un par de ocasiones la he usado yo también). A ver si así se le quitan las ganas al personal de ir preguntando lo que no le importa.
Este tipo de respuestas solo las doy excepcionalmente, no vayáis a pensar que soy un borde cortando a la gente. Cuando la pregunta viene en el momento menos pensado ya sea en una marquesina esperando al autobús, estando en una terraza de un bar, paseando por tu pueblo… y por quien menos te esperas. Acostumbro a ser más “tolerante” con ancianos y niños; los ancianos son “de otros tiempos” y aunque no me guste igualmente, te lo preguntan más por bondad o lástima, y los niños te lo preguntan por inocencia, por verte diferente, poniendo en aprietos a sus padres en más de una ocasión. Y lo peor (super peor!!, la repanocha!) es cuando en lugar de preguntarme a mi, se lo preguntan a mi acompañante en ese momento ya sea mi madre, mi padre, mi mujer…como si encima de discapacitado fuera también mudo.
Por cierto, tengo Artrogriposis Múltiple Congénita, enfermedad (o síndrome clínico) de nacimiento, que a mi me afecta a las piernas y en menor medida a hombros, brazos y manos. Yo la suelo (mal) definir como falta de fuerza (masa) muscular en las piernas (que me impide andar). 1 de cada 3.000. Y me tocó.
El objetivo de este blog es ir explicando mi evolución, mis historias, mi pasado, mi presente, mi futuro en relación con la/mi discapacidad. Seguiremos informando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario