Va por ti, Jorge

Vuelvo al blog con una mezcla de obligación y necesidad. Espero no tardar en volver a escribir y retomar estos post en los que hablo de cualquier cosa relacionada con/la/mi discapacidad.

Cambrils, agosto 2013

Mañana hace un mes que mi amigo, uno de mis mejores y más antiguos amigos, ya no esta con nosotros. El 29 de mayo de 2014 casi sin avisar nos dejó Jorge.

Os puedo asegurar que por desgracia ha sido la situación (el momento) en la que más cerca he tenido a la muerte.

En mi vida he tenido la “suerte” de no sufrir fallecimientos cercanos o traumáticos, es verdad que han fallecido mis abuelos y vari@s de mis tios, y lo he sentido en mayor o menos medida, pero los he vivido desde la lejanía o con la sensación que es ley de vida, al ser ya ancianos en el momento de su marcha. Jorge tenía 41 años, era mi amigo y le quería muchísimo, espero que el supiera cuánto le quería y lo mucho que le voy a echar de menos.

Volviendo al fatídico jueves, quedé con mi mujer y una buena amiga nuestra, Natalia, a las 5 de la tarde en la puerta del hospital para hacer una visitica de rigor a Jorge, le habían operado hace dos días, y todo había salido bien; nada nos hacía indicar que íbamos a pasar uno de los peores momentos de nuestras vidas.

En la plaza del Castillo noviembre 2007

Subimos a la habitación y fue mi mujer la que abrió la puerta para cerrarla casi inmediatamente, nos miró enseguida incrédula a Natalia y a mi. Entonces se disponía a entrar a la habitación una señora que se me hacía conocida, tía de Jorge, y nos consultó por quien preguntábamos, le dijimos que por Jorge, y nos comunicó que había fallecido hace un rato. Mi mujer ya lo sabía, pues al abrir la puerta vio a  Jorge en la cama en la habitación llena de familiares llorosos. Una maldita hemorragia interna, un riesgo conocido y asumido de la intervención quirúrgica, se lo había llevado para siempre.

Fueron momentos intensos, nos fundimos los tres en un eterno abrazo inundado de lágrimas; mi mujer y yo decidimos entrar en la habitación, Natalia no quiso. Quizás yo también debería haberme quedado fuera, la verdad es que no dude ni un momento entrar en la habitación y no me arrepiento de ello, pero fueron los momentos más angustiosos de mi vida. Al entrar y ver a Jorge tendido en la cama rodeado de su familia, me entró un sofocón terrible, que incluso vino su madre a consolarme, a decirme que se había ido tranquilo, de forma rápida y sin apenas sufrimiento. Jorge tenía una familia estupenda, a la que también aprecio un montón.

El día siguiente también fue muy duro con la incineración y un funeral multitudinario y muy emotivo. Jorge era un gran tipo, ha dejado huella en mucha gente.

Juerga SanFerminera en 2008

Y desde entonces no hay un día en que no hable de él, que no lo recuerde con mi mujer, con mis amig@s, con mi familia, que tengamos anécdotas que recordar.

Casi todos los días a las tres de la tarde, cuando salgo del trabajo, paso por donde Jorge trabajaba, nos solíamos encontrar y hablábamos un par de minutos. Se me hace durísimo pasar por allí y saber que nunca más lo voy a volver a ver.

El próximo 7 de julio a pesar de la más que probable resaca, iré a las 10 de la mañana a la procesión de San Fermín, e iré por él, por Jorge, por lo que le gustaban las fiestas, por que fui un par de años con él a la citada procesión, y porque de alguna manera le estaré brindando mi pequeño homenaje.

Y en mis próximas vacaciones en Salou, telefonearé a tus padres, Jorge, e iré a verles a vuestro apartamento de Cambrils, será duro, ir allí sin ti, pero espero que a la vez sea reconfortante saludar a tus padres y recordarte, seguro que si.

Y me despido con las palabras más tristes que publiqué en mi Facebook, el día de tu partida.

¿ y quien me va a llamar ahora huevón? me inunda la pena en estos tristes momentos, se va un tio fiestero, optimista, generoso, divertido, y un gran amigo. Uno de mis mejores amigos. Siempre estarás en mi memoria y en mi corazón. Descansa en Paz Jorgito.